"No afrontamos las adversidades porque sean difíciles, sino que son difíciles porque no las afrontamos" (Séneca).
Inicialmente, en la terapia, el objetivo es establecer con el/la paciente, una relación cordial y de respeto, es decir, una relación basada en la aceptación sin juzgar a la persona, donde prime la sinceridad y la confidencialidad, que nos permita establecer la confianza necesaria para trabajar juntos.
La 1ª cita no es un mero contacto inical informativo donde el terapeuta recaba datos del paciente, sino que, esta primera cita, al ser un espacio donde el paciente manifiesta su sufrimiento, con mi método de intervención es una verdadera sesión de trabajo orientada a buscar soluciones. Terapeuta y paciente mediante el diálogo construyen una nueva forma de ver los problemas, más positiva, que permite generar alternativas y soluciones posibles de cara al futuro.
La terapia comienza con la definición conjunta, entre paciente y terapeuta, del problema a solucionar y se establecen conjuntamente los objetivos de la terapia. Igualmente, se determina la frecuencia de las sesiones. Pronto, en la medida que el/la paciente comienza a encontrar otro modo de enfrentar su vida cotidiana más funcional y satisfactorio, se espacial las sesiones hasta finalizar la terapia.
La Terapia Breve Estratégica es un enfoque innovador en la solución de los problemas humanos. Se trata de una intervención terapéutica breve (menos de 20 sesiones) que se ocupa, por una parte, de eliminar los síntomas o el comportamiento disfuncional por el cual la persona ha recurrido a terapia y, por otra parte, en producir un cambio de las modalidades de percepción y reacción según las cuales la persona construye su propia realidad personal e interpersonal. En consecuencia, la Terapia Breve Estratégica representa una intervención duradera y no una terapia superficial y meramente sintomática.
Desde este modelo de intervención, para resolver un problema no es necesario desvelar las causas originales dirigiéndonos al pasado (que por otra parte ya no puede ser cambiado), sino que se trabaja sobre "cómo el problema se mantiene en el presente", y "cómo va a ser modificado de cara al futuro". Es decir, se trabaja en el presente en vez de sobre el pasado, sobre "cómo funciona" el problema, en vez de sobre el "porqué existe", sobre la investigación de las "soluciones" en vez de sobre las "causas". Precisamente porque la repetición redundante de nuestras soluciones intentadas mantiene el problema.
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